2. Las ventanas de PVC son resistentes a la corrosión, la humedad, la putrefacción y la decoloración. No se agrietan ni se deforman fácilmente, lo que las hace una opción duradera a largo plazo.
3. El PVC es fácil de limpiar y mantener. No requiere pintura regular como la madera y no se oxida como el metal, lo que ahorra tiempo y dinero en mantenimiento a largo plazo.
4. El PVC es un material reciclable, lo que significa que al final de su vida útil puede ser reciclado y reutilizado en lugar de terminar en vertederos.
5. Aunque las ventanas de PVC pueden tener un costo inicial más alto que algunas alternativas, su durabilidad, bajo mantenimiento y eficiencia energética pueden ahorrar dinero a largo plazo en facturas de energía y costos de mantenimiento.
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